jueves, 9 de junio de 2016

Problemas con el calor

Parece que ya ha llegado el calor a la ciudad. Habrá venido para quedarse o se irá. Yo espero que sea la segunda opción porque vaya agobio llevo encima. El calor es maravilloso para algunas personas pero para otras, como yo, solo son problemas. Y es así, es inevitable pero surgen. Este año ya estoy sufriendo alguno de ellos.
Dormir. Uyy que maravilla dormir cuando hace calor. Como te conviertes en una peonza cada noche milagrosamente, no hay forma de estar quieto. Un giro, otro giro, otro giro. La cama se convierte en tu mejor colchoneta para dar vueltas durante toda la noche. Bueno y ya no hablar de esos cambios bruscos de temperatura que se producen en tu cuerpo al llegar la noche. Te tapas, uff mucho calor; te destapas, uff mucho frío; te tapas hasta la cintura, uuyy que bien…. A los 2 minutos, uff que calor y así durante toda la noche. Vamos a poner el ventilador, nooo que al día siguiente me duele la garganta; abrimos la ventana, noo entran bichos. ¡Qué maravillosas son las noches de verano!
Otro de mis problemas es la sudoración. Sí, creo que tengo exceso de sudoración. Levantarte desayunar y estar ya con toda la espalda húmeda. Uf que asco, bueno y ya no hablar de cuando empiezo a sudar y se me queda la camiseta como a Camacho. Yo te comprendo, me ocurre lo mismo que a ti y da vergüenza, a quién vamos a engañar, pero tampoco hay ninguna solución. Bueno sí, encontrar una camiseta cuyo color no se note manchado cuando sudas. Si alguien sabe otro color que no sea negro que me lo diga porfa, me haría un gran favor.
Y esa melena de pelo al viento. Antes de salir ya paso calor peinándola con la plancha pero ya cuando salgo a la calle  y el sol va a por mi pelo eso es insoportable. En verano no puedes llevar el pelo suelto a no ser que sea cortito. Bueno si quieres morir en el intento sí puedes llevarlo.
Ah que se me olvidaba. Odio el verano y tener que enseñar mis piernas. Serán más o menos bonitas todo dependerá del gusto de las personas que las miren pero lo que no podemos negar y todas esas personas que las miren estarán de acuerdo en que son blancas. Pero no blancas tirando a morenitas NO, blancas blancas, de ese blanco que cuando refleja el sol en ellas puede dejarte ciego del resplandor. De ese blanco hablo. Y hablando de piernas ¿Y esa marca que se te queda en ellas cuando te sientas en una terraza a tomarte algo?. Uf que vergüenza levantarte y llevarte de recuerdo en tus piernas la forma de la silla.

Sí, estos son los problemas que ya me han surgido con la llegada del calor y esto solo acaba de empezar. Qué será de mí durante el verano. Ya os contaré.

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